Es extraño que a veces no apreciamos lo que tenemos. Hay momentos en nuestra vida que pasamos con tanta ligereza porque son algo que estamos acostumbrados a tener. La incertidumbre no existe y vivimos esos momentos como cualquier otro. Y no exactamente hablo de las cosas simples, hablo de las festividades de diciembre, las reuniones familiares, el tiempo que compartimos sin excusas, porque es un plan que ya habíamos hecho desde siempre.
Mis navidades a mis treinta, claramente no son lo mismo que a mis diez. Las tradiciones cambian, las familias crecen, pero nos vamos adaptando poco a poco a las nuevas situaciones y únicamente evolucionamos.
Hace ya ocho años, mi hermana se mudó a otro país, y aun así nunca habíamos pasado una navidad sin vernos, sin platicarnos todo, sin pasear e ir de compras, sin pasar un día solamente para nosotras dos. Pero como consecuencia de la pandemia, que no logramos controlar por miles de razones, este año no pude abrazar a mi hermana y pasar las festividades con ella.
No se siente igual sin ella, especialmente este año, el año en el que conocería a su sobrina, fue la primer navidad de mi bebé y no estuvo ella. La vimos en video, como todos vieron a sus familias este año (o al menos la mayoría), pero no es lo mismo. Estos días de fiesta han pasado como días regulares, como una serie de fines de semana juntos, que ni siquiera llegan a sentirse como vacaciones.
Y sí, tenemos recursos como el internet y Amazon, Amazon nos ayudó a todo como siempre, pero nada se compara con un abrazo y una sonrisa cara a cara.
No me malinterpreten, disfruté la video llamada y el estar con la familia que pude, hacer nuestro intercambio como cada año aunque fuera cada quien en su casa y ya supiéramos que íbamos a recibir, ya que auto envolvimos nuestros regalos.
Tuve la mejor navidad bajo estas circunstancias y agradezco que mis seres queridos, aunque estén lejos tengan salud y felicidad, mientras tanto espero que el siguiente año podamos volver a reunirnos y brindar en la misma habitación. Y den por hecho que cuando logremos esto, mi gratitud será infinita y cada vez que tengamos oportunidad de convivir como antes la atesoraré más que nunca porque ahora sé lo que es no tener esos momentos.
Para terminar, quiero desearles felices fiestas, espero disfruten la época más mágica del año, a pesar de la distancia. Que todos sus deseos se cumplan, que tengan salud y esperanza, la cual nunca debe faltar, especialmente en este 2020.

Me gusta tu blog y te deseo mucho éxito. Con la pandemia hemos perdido cosas como trabajo, ingresos , entre otras cosas. También nos ha dado la oportunidad de enfocarnos en proyectos personales y emprendimientos. Espero que te vaya bien con este proyecto y es cierto que las festividades no fueron iguales, que es importante no tomar nada por sentado, agradecer y atesorar los momentos con nuestros seres queridos. Pronto vienen cosas mejores 🙂 por ahora, aguantar otro poco.